SALLY, LA PERRITA DE ALEJANDRO

A Sally le quedaban 3 días de vida. Era una residente temporal del refugio de animales de Miami y llevaba 3 semanas esperando a que la re-adoptaran. Por la rareza de su mezcla nadie la quería.

Su cuerpo blanco con negro y su cabeza café con negro, clara y finamente demarcada. Casi que parece un injerto, el resultado de una exitosa operación del doctor Frankenstein.

Ella conquistó mi corazón desde el segundo lenguetazo a mi mano. Sabía que podía ser la elegida por eso no dude en pedir una cita en privado para que Alejandro la conociera. El encuentro fue un éxito. Aunque se mostró temerosa y asustada ya sin ningún tipo de reja o muro intermedio, ella nos mostró que tenía mucho cariño para entregar. Alejandro la gozó, sobó y acarició sin parar. Ella soltó pocos pelos y pocas babas. Definitivamente era ella.

Cuando firmamos los papeles de adopción la empleada del refugio nos dijo: "En el registro dice que tiende a escaparse. Su antiguo dueño la regresó al refugio porque dijo que le daba mucho trabajo y que ladraba mucho, que era muy dañina con los muebles". Ella me sonrió como diciendo "Te encartaste pero ya no puedes hacer nada, Ya pase tu tarjeta de crédito, jajajaja".

Durante el recorrido a casa bajé un poco el vidrio de la ventana y ella de inmediato saco el hocico, después media cabeza, medio cuerpo y las patas delanteras. Subí de inmediato el vidrio y temí que el reporte del refugio fuera verdad.
En la casa Sally se tomó su tiempo para tomar confianza. No comió el primer día, ladró el tercero, saco tierra de una maceta el cuarto, se comió medio cojín de la sala el quinto y se hizo popo y chichi sobre la alfombra el séptimo.

Todo eso pasó en una semana. Lo que hizo antes, desde el primer día, fue confirmar que no nos habíamos equivocado al escogerla. Siempre dispuesta a ser objeto de caricias, a mover un segundo mas la cola, a bajar su cabeza y mirarnos con ojos de lealtad, a acercarse lentamente en busca de nuestra mano, a dar la pata cuando se le pide, a quedarse quieta cuando decimos con fuerza, No!

La semana pasada ella nos devolvió con creces lo que pagamos por el derecho de adopción. A las 3 de la mañana ladró desesperada, nos despertó e hizo que la sacaramos al patio y al frente de la casa. Pensamos que era por el animal que a veces bota la basura, pensamos que era porque tenía ganas de hacer alguna necesidad. Ninguna de las dos.

Nos volvimos a acostar y 5 minutos después volvió a ladrar (medio aullando). Subió rápido las escaleras y con mucho miedo, nos buscó. Se ubicó entre nuestras piernas y sin dejar de temblar movió incesantemente sus grandes orejas, buscando nuevos sonidos. Ella quería que sintiéramos su miedo, que descubriéramos que la había hecho romper una de las reglas de la casa y llegar hasta el segundo piso, a donde le tenímos prohibido subir.

Kevin, Jéssica y Alejandro encontraron las respuestas varios minutos después cuando una camioneta con las luces apagadas pasó despacio muy cerca del frente de la casa, como tratando de descubrir si estábamos ahí, si estábamos alerta, si estábamos despiertos. Después de encender varias luces de la casa la extraña camioneta desapareció.

Fue por Sally y nosotros ahora sabemos lo que vio o escuchó. Alguien, a las 3 de la mañana, se acercó a la casa, al sitio en el que tenemos el aire acondicionado, muy cerca del patio, no sabemos con que intención. Ella lo descubrió y nos avisó de la forma como ella y su instinto le indicaron.

Ella evitó, quizás, que volvieran a robar el carro engallado de Kevin o el rojo en el que voy al trabajo o el último modelo de Ludis.

Evitó ademas, como también pensamos, que nos echaran por el conducto del aire acondicionado algún somnifero que les permitiera "trabajar" tranquilos, como creemos que nos hicieron la vez que le robaron el Scion a Kevin.

Yo creo ahora, y no se lo había confesado a nadie, que efectivamente Sally es un injerto, un maravilloso injerto, lo mejor que en el siglo XXI pudo haber hecho un seguidor del famoso doctor Frank. Sally tiene el cuerpo y la cabeza de un hábil y bien entrenado guardián y el corazón de la mas leal y amorosa de las macotas.

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